voyeurismo 

voyeurismo

La palabra ‘voyeurista’ viene del verbo francés ‘voir’, que significa ‘ver/mirar’. Con el término ‘voyeurismo’ nos referimos a personas que mirando ciertos objetos, personas o actividades, obtienen sentimientos de deseo sexuales.

Todo el mundo es voyeurista

Lógicamente, porque la vista desempeña un papel importante en todas nuestras actividades diarias. Cuando nos enamoramos por primera vez (algo que está basado en experimentar sentimientos de deseo sexuales), es sobre todo ‘visual’ por como se comporta esa persona y por su físico. Suele ocurrir que el objeto de nuestro enamoramiento sea inalcanzable. Tan sólo contemplar nos satisface, y sólo soñamos con ojos abiertos con una caricia verdadera. La desventaja es, naturalmente, la soledad. Esa despierta sentimientos negativos en nosotros.

Mirar sin ser vistomirar sin ser visto

A muy temprana edad tenemos un fuerte interés por ver a otras personas cuando éstas están besándose o haciendo el amor. Para la mayoría de los niños, el momento en el que entran inesperadamente en el dormitorio de sus padres mientras éstos están haciendo el amor, es una experiencia inolvidable, combinada con una mezcla de deseo sexual y vergüenza. Durante el resto de la vida, sigue existiendo fascinación por mirar sin ser visto, aunque no tiene por qué estar relacionado con actos explícitamente sexuales de otras personas. La experiencia de contemplar un objeto de amor y masturbarse con él, desde detrás de una cortina, un hueco en la pared, o desde detrás de una duna, forma parte de una de las experiencias más excitantes, sobre todo porque existe la posibilidad de ser pillado o contemplado por otros. Esto también es aplicable a ver fragmentos de películas, vídeos, imágenes y leer (leer también es una forma de contemplar) descripciones de comportamiento sexual, aunque sea en menor medida. Una forma comercial muy frecuente de satisfacer el voyeurismo es mediante la pornografía textual e iconográfica. Otras formas son el striptease y el peepshow.

Secreto

voyeurismoLo más característico del voyeurismo es su carácter privado. Ya desde temprana edad, mantenemos en secreto nuestros sentimientos sexuales y nuestros deseos. Mediante nuestro contacto con otras personas, aprendemos automáticamente que la vida secreta no pertenece a la conversación diaria. En cuanto nos hacemos mayores, nos damos cada vez más cuenta de que existe una diferencia tremenda entre lo privado y lo público, y que por lo tanto todo el mundo tiene una vida secreta. Las mismas personas que en privado se masturban viendo ciertas imágenes, pueden juzgar las mismas imágenes en público y colaborar con la prohibición de las mismas. La división general entre lo privado y lo público es la raíz de la moral. Quien no obedece aquella moral, puede prepararse para la desaprobación, la condena y el castigo. Y por eso existe una categoría de personas que se autodomina ‘voyeurista’.

Puedes consultar también:
problemas al hacer el amor > preguntas > ¡pillado!