froteurismo 

froteurismo

El término ‘froteursimo’ proviene del término francés ‘frotteurisme’, referiendose al verbo ‘frotter’, o ‘frotar’ en español. La denominación ‘frotista’ suele aplicarse a un hombre que busca contacto físico con una mujer desconocida en un espacio público sin que ésta lo note.

Así, puede tratarse de una situación en la que el frotista roza su cuerpo contra el de una mujer desconocida en un autobús lleno de gente, excitándose sexualmente. Este tipo de contacto físico se suele experimentar como algo desagradable. En algunas ocasiones, la mujer reacciona muy fuerte e indignada. En los Países Bajos, cuando la mujer decide involucrar a la policía, el hombre puede ser acusado de agresión sexual. Probablemente no se le castigará severamente cuando se trate de la primera vez, pero sí que tendrá que seguir un tratamiento para deshacerse de su ’tendencia’.

De muy común a muy raro una obsesión

Como es el caso en todas las variantes sexuales, algo muy común se ha convertido en una ’tendencia’ especial o incluso una ‘obsesión’. Tocar a una persona, presionar su cuerpo contra el tuyo, acariciarle, etc., son elementos naturales del acercamiento y el acto sexual. El sentimiento sexual que acompaña a estas acciones es igual de fuerte en hombres como en mujeres. Antes de que un hombre y una mujer hagan el amor, se suelen presentar y conocer. Durante este periodo (que puede ser muy breve, o muy largo), se intercambian señales mediante el lenguaje corporal y oral, la ropa, etc. Este proceso puede tener lugar muy sutilmente, paulatinamente y en gran armonía para que, en cierto momento, el acercamiento sexual, los besos, las acaricias y el acto sexual puedan seguir de forma natural.

En realidad, casi nunca ocurre como se ha descrito arriba. En general, no existe un deseo sexual homogéneo en ambas personas. El hombre suele tener que sobrepasar las reservas de la mujer. El hombre desea hacer el amor con ella, pero ella sólo quiere aceptar bajo ciertas circunstancias, que ni para ella están siempre claramente definidas. Por lo tanto, el hombre suele tomar la iniciativa en el acto sexual, a base de las señales que reciben. Estas señales pueden ser ambiguas, así que la interpretación de ‘ella tiene ganas’ requiere poca afirmación, lo cual frecuentemente conlleva problemas. En realidad, el froteurismo es el caso más extremo de la búsqueda de acercamiento sin que haya claras señales afirmativas por parte de la mujer.

Puedes consultar también:
variantes sexuales > normal y anormal