terapiasexual 

terapia sexual

Una persona con dolor de muelas va al dentista, pero una persona con un problema sexual, no va automáticamente al sexólogo. En primer lugar hay muy pocos sexólogos que son fácilmente accesibles, y tampoco es lógico ir al médico de familia. En segundo lugar, es difícil hablar sobre problemas sexuales. Desde muy temprana edad estamos acostumbrados a no hablar sobre el sexo, ya que es tabú. En la mayoría de los casos, los hombres con una relación sentimental estable, descubren la existencia del problema sexual tras bastante tiempo. Quizá el problema ya era conocido mucho antes, pero nunca fue un problema serio, pero la pareja se da cuenta paulatinamente de que tiene que actuar. Para que esto suceda, suele haber una buena razón, como:

Disfunción sexual

Ella padece de vaginismo, o él de disfunción eréctil y ya están acostumbrados a no tener coito durante el sexo. Pera ahora ella quiere quedarse embarazada. Él se corre demasiado pronto y ella no puede correrse. Antes, no les importaba demasiado, pero ahora quieren acabar con el problema. Hacer el amor es doloroso para uno de los dos o para ambos. Pensaban que el problema desaparecería por si solo, pero no fue así. Estas son las disfunciones sexuales más comunes que, mediante terapia sexual, pueden desaparecer, cuando la causa es la falta de habilidad, lo que es lo más normal. Se trata de una terapia de poca duración (unas siete consultas) en la que se da la oportunidad a la pareja de hablar sobre el problema, de recibir información, consejos y explicaciones, y de recibir ejercicios para hacer en casa y sobre los que se habla en las siguientes consultas. La terapia habrá tenido éxito en cuanto el problema haya desaparecido, o cuando la pareja sepa cómo afrontar el problema cuando vuelva a ocurrir. Cuando las quejas requieran claramente un examen médico o medicamentos, se tiene que enviar la pareja al médico.

El planteamiento más común en la terapia sexual

  • Fijar claramente el problema y cuándo ocurre.
  • Dar explicaciones, a veces mediante imágenes, sobre la anatomía y la función de los genitales. Acordar que la pareja evite el comportamiento sexual al que está acostumbrada: lo que implica muchas veces la prohibición de tener sexo con coito.
  • Aprender a estar juntos relajadamente, a acariciarse, y a perder la sensacion de hacer algo por obligación.
  • Realizar ejercicios específicos.Por ejemplo, en el caso de vaginismo: explorar la propia vagina, introducir y dejar dentro de la vagina objetos muy finos al principio y luego objetos cada vez más gruesos, meterse el dedo, explorar el pene, aprender a introducirlo una misma en la vagina.
    En caso de eyaculación precoz: aprender a parar cuando la eyaculación parece inevitable, aprender a asociar el apetito sexual con la relajación, aplicar la técnica de apretar, hacer ejercicios de relajación de la musculatura pélvica, aumentar gradualmente el tiempo que el pene está dentro de la vagina. En caso de disfunción eréctil: mejorar la comunicación, la relajación y el placer de hacer el amor. Un medicamento estimulante para la erección puede ayudar en este caso.