objetofilia 

objetofilia

En primera instancia, la objetofilia, o la sexualidad experimentada por un objeto, es el más característico de los fetichismos.

En los otros fetichismos, una persona o la representación imaginaria de una persona, suele desempeñar un papel importante, como cuando uno piensa en ropa o calzado, pechos que dan leche, pies sudados, o la boca de una persona fumando. Sin embargo, en la objetofilia, la sexualidad gira únicamente entorno a un objeto inanimado, que puede ser un volante, una máquina dispensadora de refrescos, un edificio o una moto, aunque suele tratarse de objetos conocidos, como la silla eléctrica o el Zeppelín.

Pubertad

El término objetofilia fue inventado por la sueca Eija Riitta, una mujer flaca y aunque no hermosa, sí claramente apasionada. Durante su pubertad, descubrió su amor por la guillotina, sobre la cual había visto un programa de televisión. Su padre le hizo una guillotina, y ella misma construyó varias guillotinas de tamaños diferentes. Eija Riitta  jugaba de modo algo ritual con la guillotina cortando la cabeza de las muñecas. Por la noche, llevaba la guillotina a la cama. La daba un beso de buenas noches, y cuando tenía ganas de ello, se masturbaba apretando la guillotina contra su cuerpo. Otro representante de la objetofilia es Erike Eiffel, quien lleva este nombre desde que se casó con la Torre Eiffel. Puede hablar con toda seriedad sobre el amor que siente por este objeto y el lazo sentimental que tiene con él. Lars Lauman es otro representante de la objetofilia. Él escribe en la página Web sobre la objetofilia que los objetos, igual que los animales, poseen un alma, a pesar de que a la mayoría de las personas no les guste la idea. Lars Lauman describe la relación entre su alma y todas las demás almas, siendo esto algo que él considera amor.

Fetichismo objetofilia

Se suele definir el fetichismo como una clara preferencia sexual por cierto objeto que se hace más o menos esencial para la excitación sexual, masturbación y el correrse. Puesto que el fetichismo se considera una anomalía (parafilia), los objetófilos consideran que su preferencia sexual no es ningún fetiche. Y por supuesto que tampoco están ‘obsesionados’ por el objeto. Con su página Web sobre la objetofilia, los objetófilos pueden extender su mensaje y encontrar personas con las mismas ideas y deseos. Por un lado, los objetófilos son humildes y libres de pensamiento (cada uno puede dar su definición de la objetofilia), mientras que por otro lado existe un elemento de superioridad, y una sensación de no ser comprendido mientras que sólo se busca respeto y se quiere aumentar el amor en el mundo. En cuanto a estos puntos, se puede relacionar la objetofilia con todo tipo de preferencias sexuales que radiquen en la angustia de adolescentes en búsqueda de una identidad propia bajo la influencia coactiva del sistema sexual (reproductivo).