sífilis
La sífilis la trasmite una bacteria y se puede adquirir por contacto sexual, así como de madre a hijo a través de la placenta, por una transfusión de sangre humana contaminada, o por inoculación accidental directa.
La historia de la sífilis
La sífilis es una de las ETS más graves, antiguas y conocidas. Antes del descubrimiento de los antibióticos, la infección podía dispersarse rápidamente. Hoy en día sabemos que hubo epidemias de sífilis entre los griegos antiguos, los judíos y los romanos, y también más tarde en la Europa de la Edad Media y del siglo XIX. La sífilis se consideraba como un castigo divino a los amores prohibidos.
Los síntomas de la sífilis
En el mundo occidental de hoy en día ya no existen tantos casos de sífilis como antaño. Sin embargo, al recibir mucha gente de otros países, la posibilidad de contagio de sífilis está aumentando de nuevo. Los síntomas de la sífilis son bastante claros en la mayoría de los casos. De dos a doce semanas después del contagio aparecen una o varias úlceras duras en el pene o en los labios genitales, el ano o la boca.
El tratamiento de la sífilis
Si crees que has estado en contacto con la sífilis, es aconsejable someterte a un examen médico y advertir a las personas con las que has tenido sexo inseguro. Durante el examen médico se examinarán las úlceras y la sangre. La sífilis se puede curar exitosamente con antibióticos. Si no actúas, las úlceras desaparecerán al cabo de unas semanas, pero la bacteria se dispersará a través de la sangre al resto del cuerpo y al cabo de unas semanas o meses aparecerán de nuevo los síntomas obvios de la sífilis como las úlceras en los genitales, y tendrás los síntomas de la gripe, como dolor de cabeza y de garganta y fiebre, pero también aparecerán úlceras en las palmas de las manos y las plantas de los pies. En este estadio de la enfermedad todavía es posible eliminar la sífilis con antibióticos. Si ignoras estos síntomas y no acudes al médico, la bacteria podrá colonizar diferentes partes del cuerpo y la sífilis podrá dañar, muchas veces a una edad avanzada, el cerebro, la columna, el corazón y los huesos.